La Casa de la Perricholi (Huánuco)

La Casa de la Perricholi, ubicada en Huánuco, es un lugar lleno de encanto y misterio. Fue una de las numerosas casas heredadas por Micaela Villegas, conocida como la Perricholi. Los fines de semana, tienes la opción de vestirte con trajes de época y tomarte fotos, sumergiéndote en el ambiente colonial de antaño. Es una experiencia única que te transportará en el tiempo y te permitirá vivir un momento inolvidable.

Ubicada en un pintoresco pueblo cercano a Huánuco, llegar a la Casa de la Perricholi es muy sencillo. Puedes tomar un colectivo desde Huánuco y disfrutar de un agradable paseo por el pueblo. En la plaza principal, encontrarás varios restaurantes que ofrecen comida casera. Desde allí, solo te tomará una pequeña caminata cuesta arriba para llegar a esta pequeña pero encantadora casita. No te olvides de admirar la impresionante vista del pueblo y las montañas que la rodean. Es un lugar ideal para relajarte y disfrutar de una agradable conversación.

Es importante mencionar que, aunque existen ciertas discrepancias históricas, La Casa de la Perricholi es un lugar que guarda el recuerdo y la historia de Micaela Villegas, mujer del Virrey Amat durante la época colonial en Perú. La casa, ubicada a solo cuatro cuadras de la Plaza de Armas de TomayKichua, presenta la habitación de Micaela y exhibe algunos utensilios de la época. A pesar de ser una simple casa, su belleza radica en la autenticidad que transmite y su valor histórico. Es un lugar que no puedes dejar de visitar si te encuentras en Huánuco.

Con vías accesibles y una experiencia placentera, La Casa de la Perricholi es perfecta para una visita cercana a la ciudad de Huánuco. El ambiente tranquilo y relajante te permitirá disfrutar de un rato agradable mientras aprecias la historia de esta icónica figura colonial. Además, podrás aprovechar para degustar deliciosos platos como la Pachamama o el Picante de Cuy en los recreos cercanos de Tomayquichua. La experiencia será gratificante y las fotos que tomes serán un recuerdo imborrable. ¡No dudes en visitar La Casa de la Perricholi!