Ecoparque La Sonada (Tarapoto)

Ecoparque La Sonada, ubicado frente a la hermosa y serena Laguna Azul en Sauce, Tarapoto, es un destino sorprendente para todas las edades. Este magnífico parque ecológico ofrece una experiencia inigualable, donde se combina la conservación de la naturaleza con el turismo sostenible. Desde caminar por el bosque hasta visitar la mina de sal rosada, cada momento en La Sonada es una oportunidad de aprender y maravillarse con la riqueza natural de la zona. Además, los talleres de elaboración de chocolate peruano y aceites sociales brindan una experiencia didáctica que deleita los sentidos. El compromiso de La Sonada de preservar nuestra valiosa naturaleza y educar a través del turismo sostenible es digno de aplauso.

La Sonada es un verdadero paraíso terrenal que cautiva a todos los visitantes, desde niños hasta adultos. Es un lugar mágico que ha sido cuidado y cultivado por su dueña, Michelle, durante años. Aquí, se enseña a los visitantes la importancia de la naturaleza y cómo podemos volver a conectar con ella. Desde las casas Capirona con vistas al lago hasta la pintura de 360 grados que rodea el lugar con plantas medicinales y hermosas flores, cada detalle en La Sonada te envuelve en un ambiente de tranquilidad y felicidad. Además, podrás disfrutar de deliciosas comidas y un servicio excepcional. Definitivamente, La Sonada es un tesoro que debes descubrir y te aseguro que la experiencia no tiene precio.

Una estancia en La Sonada es verdaderamente fascinante. Durante cuatro días en la Casa Capirona, pude experimentar todo lo que este lugar tiene para ofrecer. Desde disfrutar del muelle y dar un paseo en kayak hasta participar en talleres de elaboración de chocolate y destilación de aceites. Cada momento fue memorable y enriquecedor, especialmente para mis hijos, quienes quedaron fascinados con la exposición de estatuas Hijos de Nuestra Tierra. La belleza natural del lugar, con su orquideario y el paisaje espectacular de la Laguna Azul, crearon una conexión especial con la naturaleza. Además, el personal amable y atento, especialmente Wilo y Remigio, hizo que nuestra estancia fuera aún más agradable. Sin duda, regresaremos a este maravilloso lugar una y otra vez.